UN MURMULLO EN EL NORTE
Ya nos previno Tariq que un temor
se fraguaba en el norte; resultó ser como una brisa que se extendió imparable
por el tiempo y el espacio.
De la unión entre la leyenda y la superstición, nacieron sombrías
construcciones que empezaron a erguirse por las montañas, y que nosotros mirábamos
con extrañeza pues no entendíamos su pétrea belleza.
No lo sabíamos, pero nuestra
suerte ya estaba echada.
Los infieles miraban absortos aquellas
chocantes figuras cinceladas en las rocas desnudas, que parecían susurrarles
mensajes secretos vedados a nuestros oídos.
Cuando ya era tarde lo comprendimos,
combatid a los moros…les susurraban.